noviembre 08, 2009

Domingo 8 de noviembre de 2009

Algunos me auguran, al saber de mi propósito, que no voy a soportar más de una semana o que me voy a morir de frío, otros que volveré con mucho que contar. Incluso me han dicho que, como cualquier extremo necesariamente acarrea problemas, no debería hacerlo. Soy un pasante de ingeniero en Geología, apasionado de las texturas de la tierra.
Alguna vez escuché a mi abuela contar la historia de un par de enamorados que terminó en una pictórica tragedia. Ese es mi más remoto recuerdo al respecto.
Crecí mirando esas dos ruinas blancas, magnas en el horizonte de mi casa, fijas en mi paisaje. Durante el diario camino a la primaria no podía sino observarlas. A pesar de su quieta y eterna presencia siempre llamaron mi atención, nunca pude ignorarlas. La Iztaccíhuatl y el Popocatépetl.
Pero hay un hecho que cambió esa imagen magnitud, clara y dormida. Esa mañana se cubrió de gris, el gris más sorprendente y hermoso proveniente del centro de la tierra. El poder del volcán se atisbaba sobre cada superficie, calles, coches, techos, todo. Aún conservo un frasco con ceniza. Desde entonces el volcán no abandonaría la actividad. Responsable de cualquier posible catástrofe era referido con mucho temor.
Una noche se dibujó sobre la nada una fuga incandescente. Desde el techo de mi casa miré con miedo y con asombro el brote de la lava. Con el paso de los días y del apenas bostezo del volcán mi temor se convirtió en respeto.
Aún recuerdo la primera vez que rumbo a Puebla miré sus caras desconocías, un ángulo nuevo e impresionante.
Hablando sobre esta fascinación fui invitado a participar en un grupo de campamento juvenil que periódicamente subía a las faldas de ciertas montañas. Después de algunos ensayos en parques de la ciudad, llegada la semana santa, nos llevarían hasta La mujer, los caminos del Popo eran ya bastante restringidos.
Desde Amecameca el tamaño de los volcanes roba toda la atención. Llegamos a San Rafael y comenzamos un ascenso nervioso y revelador. A lo largo del camino no dejaba de preguntarme cómo serían de tan cerca. Montamos el campamento en Nexcoalango, ante una neblina que impedía ver más allá de los pinos que rodean el claro. Nunca he vuelto a ver caer el aguanieve.
Dormimos temprano y sin remedio pese al frío que a 3400 metros de altura se puede suponer. No sé qué hora sería cuando mis ganas de orinar me levantaron. En silencio y con una lámpara sorda salí de mi casa. El cielo era ya despejado bajo la luna. Al regreso la mujer me causó una sensación muy particular. Esa imagen hermosa e inmensa me hace siempre volver.
Cuando tuve que elegir el rumbo de mis estudios los volcanes amanecieron nevados. El estudio de la tierra desde un perfil científico ha moldeado mi visión al respecto pero durante una clase en el sexto semestre algo la enriquecería. El profesor Alfonso Jaime me presentó con Gerardo Murillo. Con él complementé mi afición por estas excepciones de la tierra y con él conocí la belleza sobre la belleza. Pienso seguir sus pasos a las faldas de esta señora apasionante y de su eterno y celoso acompañante, aún no me siento preparado para escalarlos.
Para ello durante el último año me propuse ahorrar al límite de mi posibilidad. Desde enero y a la par que avanzaba el último semestre, he estado trabajando en un proyecto sobre la detección de asentamientos de alto riesgo en las zonas de mayor altura del Valle de México para el gobierno de la Ciudad, la beca de estos once meses me ayudará demasiado.
Mi plan contempla primero a ella. Ahí permaneceré hasta agotar la mitad de mi dinero neto (reservando el pasaje de regreso). Bajaré una vez a la semana a San Rafael para comprar lo necesario así como para guardar un respaldo de mis escritos en la red.
Andaré después, si su actividad me lo permite, por La Joya y El paso de Cortés rumbo a él. Lo más probable es que el abasto semanal una vez de aquel lado lo haga en Tlamacas.
No sé para cuántos días en total me alcance el dinero, lo que sé es que debo de vivir en la más pura austeridad y que el agua pura, a diferencia de la ciudad, no me ha de faltar.
No puedo llevar nada más allá de lo esencial. Ropa abrigadora puesta y una muda ligera. También un botiquín básico para primeros auxilios y una navaja multiusos. Llevaré además un sartén, una cacerola y un machete por si la leña que pueda recoger no resultara suficiente y por si las desafortunadas historias de asaltos fueran ciertas. En cuanto a mi aseo sólo lo indispensable.
Llevaré este libro que tengo a mi lado, todos los ahorros, mi vieja casa de campaña con mi saco para dormir, un mapa del parque nacional Izta- Popo Zoquiapan, una pluma y unas hojas.
Tengo planeado subir a esta página lo escrito al respecto de cada semana.
Cada una de las cosas que he enumerado está lista. Recargados en la esquina de mi cuarto y ceñidos a cada forma miro los tirantes de mi mochila. Hoy es domingo ocho de noviembre, son las seis de la tarde, ya está oscureciendo. Ésta será la última noche que pase aquí, en mi cuarto, antes del viaje. Mañana a las 7 a.m. y después del desayuno salgo rumbo a ese mítico lugar.

4 comentarios:

  1. wooooow...de verdad no pude dejar de leer lo ke escribiste...lo dices tan pero tan convencido ke me convences a leerlo...

    gracias por la oportunidad de darnos estas lineas como sabemos seran lineas de aventura en la montaña...yo tuve la oportnidad de ir a san rafael y luego subir, pero no le vi fin, nunk llegamos a la nieve ke ese era el objetivo...pero bueno...te deseo la mayor de las suertes y ke pases momentos inolvidables!!!

    atte: Jorge

    pd:por aki andaremos cada semana ok?

    cudiate!!!

    bye!!!

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  2. He leído con mucho interés tu historia, y ya espero con muchas ganas el siguiente capítulo creo que seré una lectora cautiva . Muchas gracias bye bye

    Jimena O.

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  3. Bien, me gusta la invitación, seguiré la intriga. Excelente manera de presentar una especie de diario o epistolario, creo que a muchos de nosotros nos encantará aompañarle en su viaje.
    Saludos
    Eu

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  4. QUE TAL!!! NO PUEDO DEJAR DE LEER LO QUE HAS ESCRITO, CADA PALABRA FORMA EN MI MENTE UNA IMÁGEN DE TODO LO QUE ESTÁS VIVIENDO... QUE AVENTURA!! GRACIAS POR COMPARTIR TUS TEXTOS... GRACIAS POR HACERME SALIR DE MI REALIDAD POR UN MOMENTO Y TRASLADARME A ESE LUGAR TAN MARAVILLOSO..

    AQUI ESTARÉ LA PROXIMA SEMANA!!!!!!

    SUERTE!!!!!!

    MIGUEL A. MEDINA

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